Una vida de superación y despertar
A día de hoy, tras haber sanado y trascendido mis heridas emocionales, la comprensión, el respeto y la profunda admiración que siento por la niña que fui y por la mujer en la que me he convertido, le dan al dolor aquel sentido trascendental del que me hablaba la voz de mi alma. Y gran parte de este propósito radica en mi necesidad de acompañar y transmitir a muchos que ahora están perdidos como yo lo estuve, un mensaje de esperanza e inspiración a través de mi propio proceso de despertar y de todo lo que recogí en el camino.

Una infancia marcada por los abusos y por una indefensión total en el propio seno familiar, no impidió que una voz me hablara desde algún lugar de mi mente diciéndome que mi dolor tendría un sentido y que algún día ayudaría a mucha gente. Aquella voz me acompañó a lo largo de los años, y mientras en mi juventud sorteaba como podía las vicisitudes propias del profundo caos emocional en el que subsistía, en los momentos más difíciles aparecía de nuevo y continuaba susurrándome: “Todo esto tendrá sentido algún día y ayudarás a muchos que aún siguen sufriendo”.
Ansiedad, soledad, vacío interior, miedo, culpa, frustración…no importa la apariencia o la magnitud de tu «problema». Lo importante es que puedas reconocer que lo has creado tú misma con tu programación mental y con las emociones que ésta genera en ti cada día.
Mi formación en diversas corrientes y técnicas terapéuticas, junto con mis 15 años de experiencia profesional y mi propio desarrollo personal y espiritual, me avalan y acreditan para garantizar un cambio real y definitivo en cualquier situación o problema que necesites solucionar en tu vida.